El Parque Nacional de Manuel Antonio se encuentra a unos 160km de San José, en la costa del pacífico sur de Costa Rica. Fué el 1º lugar que nos recomendaron visitar Hania y Guillermo, los señores con los que nos quedamos las primeras 3 semanas, antes de cambiarnos al apartamento.
La entrada al parque para los ticos es de 1000 colones(unos 2$) y para los turistas de 11400 colones(unos 10$). Así pasa en todo el país, promocionan que el tico visite su país dejando su entrada practicamente regalada porque los ticos no conocen Costa Rica. No son dados a viajar dentro de su país y eso que tienen grandes joyas como muchos parques naturales, playas preciosas y como no, los famosos volcanes(Arenal, Irazú...). Otro detalle importante es que sólo pueden pasar unas 400 personas por día.
Nos gustó mucho porque vimos un montón de especies que nunca habíamos visto en la vida salvaje pero también nos apenó mucho que, al ser una zona tan turística, se este destrozando ese entorno natural.
Me explico. El gran error de todo turista cuando llega allí es dar de comer a los animales que vé, sobretodo los monos titís, que se han vuelto muy descarados y curiosos y ya saben que un turista con una bolsa seguramente llevará comida. Pues bien, esta especie va camino de la extinción al tomar esta rutina de comer lo que le trae el turista y dejar de buscar por sus propios medios la comida. Eso me dió mucha pena.
La entrada al parque para los ticos es de 1000 colones(unos 2$) y para los turistas de 11400 colones(unos 10$). Así pasa en todo el país, promocionan que el tico visite su país dejando su entrada practicamente regalada porque los ticos no conocen Costa Rica. No son dados a viajar dentro de su país y eso que tienen grandes joyas como muchos parques naturales, playas preciosas y como no, los famosos volcanes(Arenal, Irazú...). Otro detalle importante es que sólo pueden pasar unas 400 personas por día.
Nos gustó mucho porque vimos un montón de especies que nunca habíamos visto en la vida salvaje pero también nos apenó mucho que, al ser una zona tan turística, se este destrozando ese entorno natural.
Me explico. El gran error de todo turista cuando llega allí es dar de comer a los animales que vé, sobretodo los monos titís, que se han vuelto muy descarados y curiosos y ya saben que un turista con una bolsa seguramente llevará comida. Pues bien, esta especie va camino de la extinción al tomar esta rutina de comer lo que le trae el turista y dejar de buscar por sus propios medios la comida. Eso me dió mucha pena.
Mono tití descansando entre dos ramas de un árbol.
Mono tití mirando como juegan otros compañeros suyos.
Yo con el atardecer en la playa Espadilla norte.
Vista panorámica de la playa Espadilla norte atardeciendo.
Señal para reducir la velocidad debido a que en la calzada puede haber niños, perros, perezosos y monos.
Después del viaje que mejor que cenar al borde de la playa con unos frescos(o zumos) de frutas tropicales.
Nuestra silueta cuando estábamos tomando un helado en la playa.
Una vez dentro del parque Manuel Antonio siguiendo el sendero de la catarata, nos encontramos una selva muy frondosa.
La famosa catarata, el fín del primer sendero que tomamos, de 1,3 km. Por lo visto se ha secado bastante en los últimos años, una pena.
Detalle de una hoja de bosque tropical.
Ana en medio de uno de los senderos del parque.
Yo en el mismo sendero. Todos los senderos abiertos son así, es como adentrarse en la selva, apenas se vé un pequeño camino que te índica por donde vas y puedes encontrarte arboles caidos, lianas y animales de camino.
Letrero con la indicación de los distintos senderos.
El Pacífico desde el mirador, el final del "sendero del mirador" obviamente.
Esta iguana nos la encontramos en medio de uno de los caminos que iban al lado de la playa. También vimos unos mapaches y más iguanas que no me dió tiempo a fotografiar.
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